El Parlamento Europeo aprobó ley pionera para controlar esta nueva tecnología. Los países ya discuten las bases para poder regular la inteligencia artificial en el mundo, puesto que, actualmente, no existe ninguna restricción que garantice el uso responsable de esta herramienta.
La Norma divide la utilización de la AI en 4 niveles de regulación. El más contundente de ellos sería el “inaceptable” y establece su prohibición en toda Europa. Algunas de las restricciones incluyen la negativa de utilizar esta tecnología para el reconocimiento de emociones.
Por ende, el empleo de este mecanismo en ciertas situaciones, como entrevistas de trabajo, no será una opción. Algunas empresas grababan conversaciones con aspirantes para medir emociones, tono de voz, ritmo cardiaco y estados de ánimo.
De esa forma podían emplear la inteligencia artificial para establecer si la persona sería apta o no para un determinado puesto.
No obstante, se llegó a la conclusión de que el algoritmo puede tener principios discriminatorios por raza y los resultados no siempre serían exactos. Estudios demostraron que es posible engañar a la AI solo con utilizar lentes.
También se prohíbe su uso para identificar a personas en lugares públicos y en aeropuertos. Tampoco se utilizará para predecir en qué zonas hay mayor índice de actividades criminales. Esto debido a que en algunas regiones se empleaba como fuente de información de la policía. No obstante, autoridades manifestaron que dicho procedimiento “corrompía el sistema”.
Requisitos para inteligencia artificial generativa
En los casos de la IA generativa, tales como ChatGPT y DALL-E se estableció que deberán informar que el contenido fue producido mediante esa herramienta. De esa forma, cualquier contenido, imagen, artículo, documento, código o audio deberá incluir que se generó a partir de una máquina.
Todo esto a raíz de la constante difusión de imágenes falsas, noticias, y recopilación de información no verídica, que en los últimos meses ha desencadenado el uso irresponsable de la inteligencia artificial. De ese modo, se busca poner fin a la manipulación de la opinión pública en torno al peligro de transmitir contenido erróneo.
La exactitud de algunas imágenes por medio de estos generadores puede ser tan amplia que es muy común no distinguir cuándo se trata de material falso. Por ello, el parlamento europeo decidió incluir en la normativa la obligación de avisarle a los usuarios si se usa este mecanismo.
Evitar riesgos
La inteligencia artificial es una herramienta que puede aprovecharse en muchos ámbitos debido a su versatilidad. No obstante, su uso irresponsable puede representar un peligro para la población. Por eso, legisladores del parlamento decidieron implementar esta normativa.
“Lo que podemos hacer aquí es crear confianza y seguridad jurídica para permitir que la IA se desarrolle de manera positiva”,
mencionó la vicepresidenta de la Comisión Europea Margrethe Vestager.
Varios miembros del parlamento concordaron en que no pueden esperar que las propias empresas se autorregulen, sobre todo porque en cada país las leyes funcionan de forma distinta. Sin embargo, coincidieron en que el principal fin de esta ley es salvaguardar a los ciudadanos.