El aire acondicionado es uno de esos dispositivos que no puede faltar en casa, sobre todo, cuando se acerca la temporada de las olas de calor. Sin embargo, una de sus más grandes desventajas es su alto consumo de energía eléctrica, algo que, sin duda, te hace pensar dos veces antes de utilizarlo por mucho tiempo.
La idea de mantener el entorno de tu hogar fresco, pero sin consumir tanta electricidad es una de esas necesidades que prevalece actualmente. Es por ello que la llegada de un artefacto que cumpla la misma función del aire acondicionado, pero con un rango de consumo menor podría ser uno de los inventos más revolucionarios de los últimos años.
Y es que este nuevo invento es capaz de enfriar las habitaciones de la casa sin necesidad de gastar electricidad. El dispositivo disminuye la temperatura 4 grados y funciona como un climatizador adiabático. Su fabricación se constituye principalmente de arcilla y se basa en la evaporación del agua para lograr el enfriamiento del aire.
¿Qué es el enfriamiento adiabático?
Este sistema funciona desde hace muchos años y es conocido como uno de los más antiguos que remonta sus orígenes a Persia y Egipto. Se trata de una técnica que propicia el ajuste de los sistemas de refrigeración en edificios con el fin de alcanzar una temperatura agradable en el interior de la vivienda.
Básicamente funciona con un mecanismo de evaporación del agua que, a su vez, enfría el aire. Este se pone en marcha cuando el flujo de aire caliente atraviesa una superficie húmeda. Esto genera que se produzca la evaporación del agua y, por ende, se reduce la temperatura en el espacio.
Un sustituto del aire acondicionado fabricado con arcilla
Clément Gaillard se basó en diversos documentos antiguos y también en datos obtenidos a través de conversaciones con ingenieros y expertos en la materia para llevar a cabo el prototipo de este invento. El dispositivo está fabricado con bolas de arcilla. Así pues se pone en funcionamiento a partir de dos pequeños ventiladores que cuentan con una capacidad de 12 V.
“El aire caliente de la habitación se introduce por la parte inferior y se enfría al pasar entre las bolas de arcilla húmedas. Después se difunde por la parte superior”,
comentó Gaillard.
Aunque el prototipo todavía necesita algunas mejorías, sí permite alcanzar el nivel de refrigeración necesario, por lo que con ligeras modificaciones podría ser un óptimo sustituto del aire acondicionado.
Una de sus características más interesantes es que no utiliza fluidos refrigerantes, por lo que es una alternativa ecológica que no genera daños al medio ambiente.
Además, desde el punto de vista energético representa una opción muy provechosa, ya que no se requiere de energía adicional para lograr el enfriamiento del aire. A pesar de que su eficiencia depende de la humedad del aire, es un dispositivo que demuestra el potencial que se puede hallar en este tipo de métodos ecológicos.
