Los desechos médicos que son incorrectamente manejados en República Dominicana, además de contaminar las playas locales pueden viajar cientos de kilómetros sobre la corriente del mar, llegando incluso a depositarse en las costas de otros países de la región, como Cuba o Haití.
Un equipo de investigadores de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM) detectó cual es la ruta que pueden seguir los desechos desde costas dominicanas, mediante un estudio de rastreo de las corrientes oceánicas, que fue realizado conjuntamente con la Universidad de Palm Beach Atlantic, en Florida, y que contó con fondos del Gobierno de Estados Unidos, a través de su embajada.
Para este rastreo, el equipo universitario lanzó al mar desde tres localidades dominicanas, específicamente desde la playa Los Cuadritos en San Cristóbal, Punta Cana y Punta Popy, Samaná, rastreadores GPS y tarjetas flotantes biodegradables que contenían escritas instrucciones para que las personas pudieran comunicarse con los investigadores y reportar el lugar donde la habían encontrado.
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En el mar, estos equipos estuvieron moviéndose tres meses, desde noviembre del 2021, cuando fueron lanzados desde punto de origen, hasta enero 2022. “Nosotros estuvimos totalmente sorprendidos por las respuestas que recibimos desde Cuba, Haití, Punta Cana, de personas que reportaron vía WhatsAPP la ubicación exacta de tarjetas”, explicó Randy Espinal, investigador principal de este proyecto, titulado «Rastreo del aumento de desechos médicos como resultado del COVID-19: ¿De dónde vino?”
Al dar a conocer los resultados de la investigación durante la Semana de Investigación PUCMM 2023 que celebra en este momento la universidad, Espinal explicó que desde Punta Popy, Samaná, se reportaron 25 tarjetas halladas en la zona costera de Holguín. El rastreador ubicado también en esta localidad cubana, precisó una distancia recorrida de 559 kilómetros. Y desde San Cristóbal, las tarjetas y rastreador fueron ubicados en Belle-Anse, al sureste de Haití, con un recorrido aproximado de 426 kilómetros.
La investigación, también implicó seguimiento de hallazgos de material médico en la costa dominicana, para lo que se seleccionó a la playa Güibia de Santo Domingo, y se dio seguimiento durante nueve meses de trabajo, desde mayo del 2021 a febrero 2022. Los materiales que más se encontraron en esta playa capitaleña fueron frascos de prescripción, agujas con tapa, jeringas con y sin agujas, mascarillas y frascos de sangre.
Si bien el origen de esta investigación buscó detectar la ruta de los residuos médicos, también arroja datos sobre cómo desechos inorgánico como el plástico puede viajar desde las costas de un país a otro, por la corriente marina.
El equipo de investigadores estuvo compuesto también por Jenny Gómez, Patricia Díaz y Aileen de la Cruz, de PUCMM; y por Linda Sedlacek y Angela Witmer, desde la Universidad de Palm Beach Atlantic, academia que tiene años investigando el origen de los residuos médicos que se encuentran en esta localidad de La Florida.
El interés de esta universidad estadounidense por detectar estas rutas, parte de que en su costa se ha encontrado material médico con etiquetas en español y francés, lo que ha sugerido que se trata de basura que proviene de otros países. Esta hipótesis es lo que ha generado la alianza de la universidad de Palm Beach con PUCMM para estudiar las corrientes de agua y dar alerta sobre el impacto que tiene el mal manejo de residuos y cómo esta problemática colectiva afecta la región.
Todavía existen pocas evidencias científicas levantadas en el Caribe sobre estos recorridos de materiales inorgánicos y los investigadores apuntan que esta investigación desde República Dominicana supone un avance para continuar generando información útil que pueda ser de ayuda en la toma de decisiones y políticas públicas, de manejo de desechos en toda la región del Caribe.